La lactancia materna da la oportunidad a todos los seres humanos de tener un comienzo justo en la vida. La leche materna es el mejor alimento y la opción más segura para garantizar buena salud y crecimiento de los niños pequeños. La evidencia es amplia al reconocer los múltiples beneficios de la lactancia materna, tanto para la madre, como para el niño y para la sociedad en su conjunto.

En la región de las Américas 54% de niños inician la lactancia materna dentro de la primera hora de vida, solo 38% son alimentados con leche materna de manera exclusiva hasta los 6 meses de edad, y 32% continua con lactancia materna por 2 años.

Es por ello que el tema de la Semana Mundial de la Lactancia Materna en 2018 es “Pilar de la vida”.

La Organización de las Naciones Unidas alertó sobre la problemática de la tardanza en el inicio de la práctica al recordar que millones de bebés corren riesgo de vida por no ser amamantados en su primera hora de vida.

El informe destaca que los recién nacidos que toman leche materna en su primera hora de vida tienen muchas más posibilidades de sobrevivir y registran menos problemas de salud a lo largo de su vida.

Durante esta semana – que se celebra del 1 al 7 de agosto, la OPS quiere hacer un llamado a los gobiernos a seguir en sus esfuerzos para fortalecer las medidas regulatorias dirigidas a proteger, promover y apoyar el derecho a la lactancia materna.

Entre estas medidas regulatorias esta la adopción y monitoreo del Código Internacional de Comercialización de Sucedáneos de la Leche Materna (Código) y ulteriores resoluciones pertinentes de la Asamblea Mundial de la Salud, la implementación de la Iniciativa de Hospitales Amigos del Niño (IHAN), la aplicación de una política de derechos de maternidad, compatible con la Convención y la Recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre la protección de la maternidad, y proporcionar asesoramiento y ayuda especializada para la alimentación del lactante y del niño pequeño.

Sin embargo, estas medidas no han sido implementadas a escala nacional, ni en forma regular y esto resulta en un incremento nulo o muy pequeño en tasas de lactancia, con el riesgo de que los países de la región no alcancen la meta global de lactancia materna para el 2025 (aumentar la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses hasta al menos el 50%). Es necesario fortalecerlas para la correcta implementación y monitoreo del Código, y así garantizar que los padres y cuidadores estén protegidos de información inapropiada y engañosa.

Fuente: Organización Mundial de la Salud