La bacteria estreptococo se transmite de persona a persona y es una de las principales responsables de generar infecciones de garganta en los niños. Es una bacteria que habitualmente tenemos, en invierno y principio de primavera, en la garganta.

El estreptococo, cuyo nombre científico es streptococcus pyogenes, es una bacteria que se conoce desde hace por lo menos 200 años. Esta bacteria puede producir infección en la garganta, escarlatina, impétigo y síndrome de shock tóxico o también la fascitis necrotizante (que produce una necrosis en el tejido). La mayoría de las infecciones por estreptococo producen enfermedades leves, aunque en algunos casos puede producir cuadros graves o invasivas, incluso la muerte.

Para esta bacteria no hay vacuna, por lo que no es inmunoprevenible. Pero sí es fácilmente tratable: al detectar la bacteria –cuya presencia se confirma a través de un hisopado de fauces- el tratamiento es con el antibiótico penicilina. El paciente deja de contagiar al cumplir 24 horas de tratamiento, que debe completar por el tiempo indicado por el médico. A diferencia de otras enfermedades eruptivas (como la varicela) la escarlatina o farinigitis por estreptococo puede repetirse varias veces a lo largo de la vida.

¿Cuáles son los síntomas de la bacteria streptococcus pyogenes?:

Fiebre

Dolor de garganta

Vómitos

Malestar en la garganta

Rechazo de alimentos

Dificultad respiratoria

Anginas

Faringitis

Lesiones en la piel

¿Se pueden prevenir las infecciones por estreptococo?

El contagio puede disminuirse mediante un correcto lavado de manos, especialmente después de toser o estornudar. Lo mismo, antes de preparar las comidas y después de comer. Es importante consultar si hay fiebre, dolor de garganta (los niños suelen referir que sienten dolor al tragar) o erupción en la piel.