El bebé debe dormir boca arriba, en un ambiente próximo a su madre para favorecer la lactancia, pero sin compartir la cama con ella.

Además, hay que evitar el calor ambiental intenso, el exceso de abrigo y asegurarle un ambiente libre de humo.

Estas recomendaciones ayudan a evitar el Síndrome de Muerte Súbita del Lactante (SMSL) y la sofocación accidental durante el sueño, que son las causas más frecuentes de muerte súbita e inesperada del bebé.

Se debe tener en cuenta además que la ocurrencia de SMSL es de 2 a 3 veces más elevada en hijos cuyas madres no realizan control prenatal o lo inician muy tardíamente.

Brazos por arriba de la sábana

  • Tapar al niño hasta las axilas con los brazos por fuera de las sábanas, de modo que la ropa de cama no le cubra la cara. Así evitamos la posible obstrucción de la vía aérea y la reinspiración de dióxido de carbono, que provoca disminución de oxígeno en sangre.

Sin almohada ni juguetes

  • La utilización de almohadas, frazadas, colchas, edredones, piel de oveja y otras superficies mullidas, como juguetes de peluche, se asocian con sofocación accidental durante el sueño cuando se ubican debajo del lactante o sueltas alrededor de él.

Lactancia materna

  • La lactancia materna exclusiva disminuye el riesgo de muerte súbita en más de un 70%.

Ambiente libre de humo

  • El riesgo de muerte súbita aumenta 4 veces en hijos de madres fumadoras y 2 veces cuando la madre se expone de manera pasiva al humo del cigarrillo.

Fuente: Dr. Alejandro Jenik, et. al. Consideraciones sobre el sueño seguro del lactante. Grupo de Trabajo en Muerte Súbita e Inesperada del Lactante de la Sociedad Argentina de Pediatría.